El consenso es imprescindible en cualquier sistema de tipo blockchain. Sin mecanismo de consenso que permita consolidar la información no hay blockchain, sino otro tipo de sistemas que dependen de entidades centralizadoras para hacer su trabajo. Los mecanismos de consenso son los que permiten eliminar la tercera parte de confianza de la que hablaba Nakamoto, y son los que permiten que se pueda utilizar una red informática descentralizada para intercambiar valor, no solo datos.

Cuando hablé de la prueba de trabajo, proof of work, o PoW por sus siglas en inglés, comenté que se trataba del mecanismo de consenso de la red bitcoin, por el que se aceptaba que un determinado minero unía un bloque más a la cadena de bloques y se quedaba con el premio por ser el primero en resolver el reto matemático. También comentamos que era una forma muy poco ecológica de conseguir el consenso en la red, ya que esto se traducía en enormes cantidades de máquinas realizando una misma tarea, con el resultado final de que el trabajo de todas las máquinas, menos el de una, se perdía (porque es redundante). Este mecanismo es ineficiente en términos de energía y de recursos, y por este motivo se están planteando mecanismos de consenso alternativos a la prueba de trabajo que permitan otorgar confianza a la red.