Volviendo a este detalle por el que mucha gente me pregunta el motivo, la respuesta es que la moneda es finita por diseño y por ideología. Como decía, el bitcoin es una moneda deflacionaria, al contrario que la moneda fiat a la que estamos acostumbrados hoy en día, que es inflacionaria. Que una moneda sea inflacionaria quiere decir que los Estados pueden imprimir tanta moneda como quieran, depreciando el valor de la misma con esa operación. Las monedas inflacionarias, en ese sentido, constituyen dinero que se debe gastar o invertir solo para evitar su depreciación. Este modelo es la base del sistema económico actual, que incentiva el consumo desmedido, mientras que para una moneda finita no hay un mecanismo similar por el cual la moneda pierde valor, sino que, por el contrario, nos premia por el ahorro y el gasto racional, ya que su valor aumenta con el tiempo.

La gran crítica del sistema económico tradicional a las monedas deflacionarias es lo que los economistas llaman la espiral deflacionaria, que se refiere a la caída en picado de la demanda de bienes y servicios como consecuencia del ahorro desmesurado, que a su vez lleva a la caída en picado de los precios, lo que conduce a la caída en picado del empleo, lo que hace que la demanda caiga aún más, etc.