Como comentaba al principio del libro, no hablaré en profundidad de este tema. No obstante, sí quiero comentar un par de cosas al respecto. Lo primero que quiero hacer aquí es afirmar categóricamente que:

Es más sencillo utilizar dinero físico para pagar por actos o bienes ilícitos o para evadir impuestos que hacerlo con bitcoins.

Buena prueba de ello son los maletines, sobres de dinero negro y cajas B a las que los partidos políticos más corruptos nos tienen tan acostumbrados, ya que operan desde siempre con dinero fiat contante y sonante de toda la vida. Esto es importante decirlo alto y claro, ya que hay demasiada gente de bien opinando en contra del bitcoin por su teórica capacidad para la ilegalidad, olvidándose de que nuestros sistemas actuales cuentan con capacidades innatas y ampliamente explotadas para tan innoble fin.